martes, 15 de abril de 2008

Introducción al transito de ganado en el área metropolitana

Es la primera quincena de abril y a partir de hoy quienes utilizamos uno de los transportes públicos más eficientes y ecológicos del mundo además de tener acceso a las torturas diarias que las horas pico nos proporcionan gratuitamente y de buen grado, obtendremos por el mismo boleto de 2 pesotes lecciones de urbanidad y buenas costumbres (propongo el nombre de “Introducción al transito de ganado en el área metropolitana”).

Y es que tal como lo leen, MAYÚSCULA sorpresa me lleve hoy al disponerme a abordar mi mundano vagón cuando el personal siempre ético y amaestrado capacitado me reconvino a no rebasar la línea amarilla: ¡La nueva línea amarilla!

Ya no serán 2 sino 3 los convoyes reservados a “Mujeres, niños y personas de la tercera edad”.

Además del quilombo que la nueva medida agrega al ya caótico traslado de pasajeros, deja caer una pesada sentencia sobre nuestras conciencias vulgares:

No existe incógnita alguna sobre una hipotética capacidad de convivencia entre humanos. Acorde a las medidas tomadas solo podemos inferir que dicha capacidad ni siquiera existe.

El sueño de una sociedad unida sufre así un nuevo puntapié.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Lo sentiste? Dime, ¿el dolor? ¿el sentir que otros son más importantes que tú? ¿qué no te mereces ese trato? Creo que sí, creo que aún lo sientes. No lo olvides, consérvalo. Ahora te pido un favor... imagínate ese sentimiento multiplicado por 418 ...